(Por Facundo Sagardoy para momarandu.com) Desde insectos de casi cuatro metros de alto hasta la microscopía con que la vida borda la trama del ecosistema natural emblema en los Esteros de Iberá emergen en el Museo Dr. J.R. Vidal con "Páramo-Artrópodo" en tapices y esculturas del artista visual Gustavo Mendoza, quien dialogó con momarandu.com
Hoy, casi una década luego de Gula, metáfora del conflicto "hombre-naturaleza" con la que en 2010 interpretó la pasividad que esconde a la potencialidad y a la fuerza de los elementos naturales, Gustavo Mendoza presenta en telas que exaltan la exuberancia de la naturaleza obras diseñadas para arropar el vientre del Museo Vidal con una metáfora de "la libertad" que emerge de "la exploración de los volúmenes" naturales.
Esto es "Páramo-Artrópodo", tierra elevada sin aparente actividad cultural, paraje de arte visual que no es "Naturaleza Mórbida" ni "Manglar" ni "Brote" o "Ananá" y donde no "Todo ser es un bicho", sólo terreno elevado habitado por los reinos naturales que, en la diversidad del lenguaje que expresa la geografía de Corrientes, se abre paso hacia su paisaje desde dentro del Museo Dr. J.R. Vidal.
Mendoza nació en Corrientes, en 1979. Fue alumno del Instituto Superior de Bellas Artes e Idiomas “Josefina Contte”. Es Especialista en Artes Visuales (Especialidad Pintura). Es Museólogo recibido en el Instituto Superior “Carmen Molina de Llano”. También es Licenciado en Artes Visuales, recibido en la Facultad de Artes, Diseño y Ciencias de la Cultura, de la Universidad Nacional del Nordeste -UNNE-.
Ha sido premiado, entre otros galardones, con el Primer Premio, “En agosto caña con ruda”, del Salón Regional de Artes Plásticas, Corrientes, en 2007, con el Primer Premio, Escultura, del Salón “Los creadores”, de la Universidad Nacional del Nordeste, en 2009, con el Primer Premio, del Salón Regional de Artes Plásticas, Corrientes, en 2010, con el Primer Premio, (Pintura), “Curuzú Cuatiá Primer Pueblo Patrio” del 1º Salón Mesopotámico de Artes Visuales, Corrientes, en 2012.
En 2013, Mendoza fue seleccionado por el Salón Nacional de Artes Visuales, categoría Arte-textil por su obra “Señor de los Esteros”-objeto textil-bordado. En 2015, recibió el Primer Premio del Salón Nacional de Pintura “José Ángel Nardín”, en Avellaneda, Santa Fe. También fue destacado por su instalación “Conversaciones”, proyecto ganador en la convocatoria “La Gran Sombra II”, Corrientes, Argentina.
Ha realizado numerosas muestras individuales. En 2011 presentó por primera vez, “Gustavo Mendoza”, en Mendoza, y “Brote” en la Sala del Sol de la Universidad Nacional de Nordeste -UNNE. En 2013, diseño de estampas para “Elefante Negro”. En 2014, presentó “Barro”, en el Museo Provincial de Artesanías Tradicionales Folclóricas de Corrientes, y “Ambiente nenúfares”, en la Casa de las Culturas, de Chaco. En 2015, presentó “Deidad” en “Altar Federal”, año en el que también presentó “Capibaras” en “La Fábrica de lo Sensible” y “Ananá”, en el Museo Municipal de Arte “Julio Pagano” de Reconquista, Santa Fe, entre otros lugares.
En 2018 expuso "Naturaleza Mórbida", "Manglar" y "Todo ser es un bicho", muestras en las que indaga sobre el diseño y el objeto con gran pasión hacia la creación textil.
"Exponer en el Museo (Vidal), para mí, es un gusto, siempre quiero volver a esta sala", dice a momarandu.com luego de inaugurar su muestra.
.jpeg)
MOMARANDU.COM:¿Cómo surge esta idea nueva?
GUSTAVO MENDOZA: Páramo Artrópodo nace por invitación del Museo; me interesó mucho, me interesó poder mostrar esta producción. Mi trabajo, generalmente, no tiene un corte abrupto, y se encadena con otras temáticas que he desarrollado en producciones anteriores. Siempre, el puntapié inicial es la naturaleza, pero en este caso, específicamente para esta muestra, Páramo-Artrópodo es una metáfora de la libertad en la exploración de los volúmenes.
M.: ¿Por qué?
G.M.: Estos son cuerpos que están explorando formas nuevas, nuevas estructuras -dice mientras señala un enorme tapiz que cubre casi la totalidad de la segunda parte de la sala José Negro-. En ellos, siempre hay una reminiscencia a lo natural, a lo vegetal, a figuras antropomorfas, zoomorfas. Me interesó eso, lo interesante que la naturaleza, a veces, se nos puede presentar, en eso del desborde de las formas, y me interesó eso, desde la forma, incluso desde el color y desde el uso de materiales diferentes.
Mendoza subraya a momarandu.com que si bien el textil es su "material primario" en su producción "aparecen muestras de muchos materiales"
"En este caso, aparece la madera, el plástico termofusionado, la cuerina, y es una muestra de la oportunidad de seguir explorando nuevos materiales, de seguir indagando acerca de otras temáticas, temáticas que siempre me interesaron. Me parece que, cuando nos planteamos la naturaleza o el paisaje de maneras más actuales, tendemos a versionar o evocarla de alguna manera más ligada al paisaje, o al paisajismo, digamos, y eso se convierte, de alguna manera, en algo artificioso", afirma.
M.: ¿Cómo definís la expresión acerca de la naturaleza que esta vez tu obra traslada al público?
G.M.: Sí. Esto último es algo que también mi obra aborda: cómo nos relacionamos, cómo intervenimos en ella, a veces de manera muy abrupta, y eso que creemos que conocemos de la naturaleza, finalmente se termina convirtiendo sólo en un telón o en algo decorativo, en algo paisajístico. En esta ocasión me interesaba lo contrario: justamente, que la naturaleza se exprese, se desborde, muestre su exuberancia. Acá lo que quiero es que la naturaleza muestre ese no respeto de las formas tradicionales. Y creo que eso será lo que seguiré explorando, luego, indagando en nuevas morfologías y con nuevos materiales.
IMAGINERÍA FANTÁSTICA EN DESPLIEGUE SOBRE EL MUSEO VIDAL
M.: ¿Cómo pensás al espacio del Museo?
G.M.: La espacialidad de la sala y la espacialidad que ocupa la obra siempre me pareció interesante. Creo que ocupar distintas dimensiones o distintos soportes dentro de la sala permite que el espectador se sumerja de una manera mucho más participativa. Desestructura un poco la presentación de la obra de maneras más tradicionales, solamente de colgar, y eso me interesa mucho. También mi obra aborda el tema lo acuático de muchas maneras y de muchas versiones, y eso, tiene que ver con lo anterior: la espacialidad.
Lo que se encuentra por debajo, por encima, y por el medio, o sobre las superficies, son un reflejo que compone a mi obra, en función del uso del espacio, para, con ello, transmitir sensación o sensaciones de posición para el espectador. Uno nunca va a ver de la misma manera una obra que sólo esté colgada en la pared. Creo que esta es una propuesta que te permite ampliar la mirada, indagar otras cosas, percibir otras sensaciones, al mirar la obra.
M.: Quizá haya sido coincidencia: Elizabeth Aro en Italia se encuentra presentando una formidable obra en tela. En tu obra ¿qué lugar ocupa hoy el material textil?
G.M.: El textil ocupa en mi obra, en los últimos tiempos, un lugar muy importante. Me parece que es el material aglutinante de muchos otros materiales. Y me parece, también, muy interesante que el textil comience a lograr espacios como menos tradicionales, que empiece a indagar también otras posibilidades. El textil siempre estuvo relegado de las grandes muestras, de los grandes salones del arte, siempre estuvo ligado a algo mucho más doméstico, incluso, mucho más ligado a lo femenino. Me parece que es muy interesante que el textil, ahora, tenga esa validación o esa relevancia en el mundo del arte y en la presentación de nuevos artistas que eligen el textil como su modo de expresión.
Yo lo elegí ya hace mucho tiempo, y me sigue acompañando porque creo que es el material más amigable con el que trabajo. Es el que me permite esa ductilidad que, otros, tal vez no, y sé que con el textil puedo indagar todo lo que me lo permita; acepta todo tipo de materiales y procedimientos, así que, creo que el textil va a seguir ese proceso de metamorfosis no sólo en mi obra, sino también, porque lo veo reflejado, en el mundo del arte y en las nuevas producciones de artistas emergentes.
Del 16 hasta al 19 de mayo pasado, un enorme tapiz de Mendoza fue expuesto durante el desarrollo de Arte Co 2019, la primera edición de feria de artes visuales organizada por el Mercado de Arte Contemporáneo de Corrientes, en el hall del Teatro Oficial Juan de Vera.
M.: Luego de circuitos y muestras ¿Qué ha cambiado en tu percepción del arte?
G:M: Todo siempre es un desafío. Cuando me proponen una muestra, siempre es un desafío y, al mismo tiempo, una gran posibilidad. Y, como vos nombraste, en el caso de ArteCo, en el Teatro Vera, y ahora, en esta sala del Museo, crece una posibilidad de indagar la espacialidad, que la obra se sienta inmersa en nuevos espacios y nuevos públicos también, porque eso nos permite llegar a otro público que, quizá no acceda a una sala tradicional de muestras o de exhibiciones, y eso tiene como un plus agregado.
Yo creo que este devenir de las muestras y de las exhibiciones me interesa por ese sentido, y cuando me propusieron la sala del museo, siempre es un gusto volver, volver y contar con todo el apoyo del personal del Museo para el montaje. Sé que puedo explayarme en las ideas, en lo que quiero hacer, y sé que eso de alguna manera me tranquiliza, y que lo que voy a exponer va a ser honesto, no sólo con lo que tengo ganas de hacer, sino con el público también.
Siempre es un gusto volver a la sala del Museo, a Corrientes, a las propuestas artísticas que se desarrollan en esta provincia, y participar siempre es también una oportunidad de conectarse con otros artistas, de ver la reacción del público y de otros colegas.
OBRAS PARA SUMERGIR AL ESPECTADOR EN UN MUNDO DE ARTE VISUAL
M.: ¿Cómo llega esta obra al Museo? ¿En base a metas programadas o al paso de un crecimiento continuo dentro de tu taller?
G.M.: La dimensión de esta obra es algo que me empezó a interesar ya hace algún tiempo. Yo trabajaba en un formato mucho más pequeño o mediano, y en este último tiempo comencé a desarrollar obra más grande, también por esta cuestión de indagar el espacio y la espacialidad de distintos lugares, también surgieron posibilidades de mostrar en salas mucho más grandes, que demandaban una proporción diferente a mi obra, o a lo habitual.
Y sí... esto es un desafío que, si bien tenía fecha para la sala del Museo, se hizo específicamente para esta muestra, para esta sala, lo pensé con estas dimensiones, con este recorrido que tiene que ver con lo lineal, con lo de piso, con la obra volumétrica, con la obra mucho más plana.
La idea es sumergir al espectador, interpelar de alguna manera y creo que, con ese juego, no solo de la espacialidad, sino también de las texturas visuales, se logran diferentes emociones. Ese es, en gran medida, el leitmotiv de la obra: la última mirada la tiene el público y de alguna manera se completa o la completamos charlando sobre la obra y eso es enriquecedor siempre.
