Corrientes, viernes 26 de abril de 2024

Opinión Corrientes

Vientos de rebelión sacuden el continente

11-11-2019
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(Por Eugenio Montero) Los vientos insurreccionales que estremecen por aquí y por  allá el continente van dejando algo en claro: ya no es posible  gobernar como hasta ahora.

Con detonantes diferentes las explosiones tienen sin embargo un hilo conductor: están fuera del alcance del sistema político-institucional -léase gobiernos, justicia, parlamentos partidos, sindicatos, etc- y no destacan como o determinante el  factor económico.

Ni Chile ni Bolivia por caso,  modelos de gestión antagónicos, presentan índices de  estancamiento económico. Puede decirse que todo lo contrario.

El caso Chile por ejemplo registra un crecimiento de 4,8% en el primer semestre de 2018, el mejor de América Latina y proyecciones para ser el primer país de la región en alcanzar en 2022 un PIB per capita de US$30.000, similar al de algunas naciones europeas como Hungría o Portugal. Presenta apenas un 3% de inflación anual, aunque tiene el 8% de su población debajo de la línea de pobreza y 7 % de desempleo.

Con Bolivia  no es muy diferente. Evo asume en 2006 y Bolivia tiene un
crecimiento de la economía del 5,1% promedio anual hasta 2014, la tercera mayor tasa en Latinoamérica en dicho período, luego del Perú
(6,1%) y Uruguay (5,2%). Las exportaciones de hidrocarburos – equivalentes a 52% de la canasta exportadora en el 2014– se incrementaría en cuatro veces y en base a un fuerte gasto público aumentarían los salarios, con disminución de la pobreza del 60% al 39% y de la desigualdad de ingresos.

El discurso del  ex vicepresidente Evo Morales, García Linera la misma tarde de su dimisión enumeró las conquistas sociales y el crecimiento económico bajo esa administración.

Los desenlaces en Bolivia y en las otras regiones convulsionadas están
atravesados por múltiples determinaciones que son , precisamente, las que hay que hurgar para aprehender  el escenario completo, pero ni con mucho se agotan en factores económicos. (Que quede claro: no estoy diciendo que lo económico no guarde relación sólo que no es el único determinante ni en estas oleadas  el principa).

El presidente Martín Vízcarra del Perú , asumió sin el respaldo de los
aparatos políticos y enseguida acusó “ la desvergüenza de la mayoría
parlamentaria, trabajando para blindar a los suyos” y clausuró el parlamento hasta nuevas elecciones, consiguiendo una gran adhesión
popular. La oposición peruana contragolpeó denunciado... "un intento de
golpe de estado".

Parece que los clásicos análisis de izquierdas y derechas no podrán
sacarnos esta vez del pantano porque la furia  zamarrea por igual
sean de sesgo derechista, centrista o izquierdista las administraciones.

Tampoco las respuestas descontextualizadas de las clases dirigentes
ancladas en viejos paradigmas y en paralelismos inapropiados.

El engaño , la manipulación, el despilfarro, la corrupción, el autoritarismo, la desigualdad, el sectarismo, la insensibilidad, el autismo, la mediocridad son los factores que sobresalen  en un sistema  decadente.

"La degradación actual de la política, incluida la corrupción generalizada, no es más que la expresión de la transformación de la política en simple administración de un sistema hegemónico. La Política que desde Maquiavelo fue un arte para transformar, hoy se ha convertido en una "ciencia" para administrar lo existente" ( Luis Mattini, Dónde anda la política)

La explicación  habría que buscarla en las debilidades de un modelo de
administración que ya no es el mejor intérprete de las demandas sociales
en tiempos de revolucionarias transformaciones tecnológicas.

Se oye crujir a las instituciones y a las sociedades pugnando por
nuevos modelos. La crisis no es coyuntural sino estructural.
Zapineando en medio de los acontecimientos que sacudieron Bolivia  "sesudos" analistas de la TV y referentes políticos  nos advierten sobre el peligro que se ciernen sobre las democracias. "Las democracias penden de un hilo en el continente", vociferan .

  Deberían saber que ello, "que las democracias pendan de un hilo", no conduce a la alternativa  autoritaria, sino a la alternativa  del perfeccionamiento de las democracias que dicen defender