Por segunda vez en el año Google ha sido sancionado en Rusia por no eliminar resultados de su búsqueda. En este caso, se trata de páginas web “baneadas” que incluyen tanto portales de descargas piratas como otras webs similares.
El gigante de Internet no quiere cumplir los estrictos controles de censura del gobierno ruso, aunque es cierto que elimina muchos más resultados de su buscador que en otros países.
FGIS, la lista negra rusa que busca censurar y controlar la información que vemos en Internet, es una base de datos que contiene multitud de dominios de centenares de sitios web. Aquí se incluye desde contenido extremista hasta portales de descarga de películas o series.
La mayoría de las grandes empresas tecnológicas del país deben ajustarse a lo que dice esa lista negra y, en el caso de buscadores, deben eliminar esas webs de sus resultados.