Corrientes, viernes 26 de abril de 2024

Cultura Corrientes
9°EDICION

Feria del Libro- Folguerá y Sarquís: Eulalia Ares de Vildoza, la mujer heroína de su tierra y el amor en la toma del poder

15-07-2019
COMPARTIR     
(Por Facundo Sagardoy para momarandu.com) La escritora correntina Stella Maris Folguerá y la escritora catamarqueña Celia Sarquís, ambas autoras de novelas recién editadas acerca de Eulalia Ares de Vildoza, reconstruyeron en la 9° Feria del Libro de Corrientes, la identidad de la heroína que, tras sufrir el encarcelamiento de su marido, el coronel José Domingo Vildoza, se transformó en la líder de la Revolución de las Mujeres, hecho histórico que obligó en 1862 la huida hacia Tucumán de Moisés Omill, acusado de ocupar ilegítimamente el poder de la gobernación de Catamarca.

Ambas escritoras presentaron en la 9° Feria del Libro de Corrientes, libros escritos paralelamente, ambas dos obras que descubren por primera vez para este siglo a una de las figuras femeninas más fuertes de la historia del Siglo XIX en Argentina: Eulalia Ares de Vildoza.

Stella Maris Folguerá es autora de la novela Eulalia, chispa e incendio y Celia Sarquís de la novela Eulalia Ares y la Rebelión de las polleras.

Ambas obras fueron presentadas en el Auditorio Central de la Feria, asupiciadas por el Programa El Senado También es Cultura, a través de una entrevista pública durante la cual ofrecieron detalles sobre cómo llegó hasta ellas el nombre de Eulalia Ares de Vildoza, y qué pasos decidieron dar, en adelante, para devolver a la circulación editorial nuevas narrativas que trasladen al presente la vida de la singular heroína catamarqueña, protagonista de la Revolución de las Mujeres.

"Además de que no somos historiadoras, no somos escritoras (de Historia), los historiadores dicen lo siguiente: no hay un documento, de primera mano, que diga que Eulalia Ares de Vildoza realizó esta gesta heroica", dijo Sarquís, la primera de ambas en tomar la palabra al inaugurar la presentación.

"Sin embargo, hay pequeños registros periodísticos de la época que dan a entender de refilón qué pasó. Qué dicen: que (Moisés) Omill, que estaba ocupando el gobierno, que se tenía que haber ido porque ya había quedado depuesto por nueva asamblea, no se quería ir; como decimos nosotros popularmente, "le gustó el poder", le gustó el sillón, tenía pegado el sillón y no se quería ir", contextualizó.

"Y en los medios dice que (Omill) fue corrido vergonzosamente. Esa es la única palabra con la que alude un periódico para referir este tremendo movimiento que ha hecho Eulalia Ares de Vildoza, tomando el poder, en una época de mil ocho sesenta, donde las mujeres no tenían ni siquiera la posibilidad de hablar de política, no así de pensar, de hablar de política", subrayó


Celia Sarquís. 

"La narración se fue transmitiendo popularmente y llega a nosotros, nos la trae como La Revolución de las Mujeres o La Revolución de las Polleras, mucho más metafórico, mucho más fuerte", dijo la autora catamarqueña.

"El hecho queda registrado de esta manera: les decía recién, Omill había estado depuesto, Correa era el nuevo gobernador, pero Correa no estaba en la provincia y Omill no se quería ir. Eulalia, cuyo marido estaba junto con Correa, ante esa falta de accionar, ante esta indiferencia, ante esta apatía política, decide ir a contar armas en Santiago del Estero, estamos hablando de Catamarca, en el mil ocho sesenta, medios de transporte ¡caballo!, más de eso no, trasladarse hasta Santiago del Estero, y vencer la parada catamarqueña chagualdo los últimos pesos que le quedaban. Chagual significa estruja. Sacando los últimos tesoros que le quedaban en cada una de sus cartas para poder comprar armas y, como un grupo de mujeres, diecisiete mujeres, vestidas de varón, van y toman casa de gobierno", señaló.

"Nosotros pensamos, hoy por hoy, con todas las posibilidades de ahora, con la revolución de la mujer, en la actualidad, y si nos parece sorprendente ya qué una mujer tome el poder, ¿se imaginan en mil ocho sesenta? Incluso va a haber que en la victoria (de Eulalia) hubo disparos. Un disparo del lado de afuera y un disparo del lado de adentro, pero no hubo bajas. Y una vez que toma el poder, Omill huye por el fondo de casa de gobierno, se refugia en el convento franciscano, se disfraza de franciscano y sigue huyendo hasta la otra provincia", sostuvo.

Entonces, Eulalia Ares llama a una junta provisional que "nombra un nuevo gobernador, espera que asuma el nuevo gobernador, toma dos o tres medidas, entre ellas oficiar una misa, decorar el frente, y después, cuando vuelve (Correa) y se estabiliza, ella vuelve a campo, vuelve a sus bordados y vuelve a su té. Es una historia de por sí, ya novelesca; como que, de alguna forma, la historia se estaba dando de esta forma", expresó Sarquís, .

"Eso es lo que se cuenta en la historia que queda registrado como la Revolución de las Mujeres", concluyó.

MUJERES EN LA HISTORIA, MUJERES QUE EMPUÑAN LAS ARMAS

La autora correntina, Stella Maris Folguerá, por su parte, señaló que su obra se ha dirigido a recuperar la vida de Eulalia, "mujer determinada, fuerte, con capacidades y poder de decisión", y la sigularidad de su amor "humano, muy profundo y definitivo" por su marido y por Catamarca.


Stella Maris Folguerá. 

"Me compro de pasada un libro de relatos cortos que leo al vuelo y me aparece la biografía de esta mujer resumida en media página. Debo decir que no mucho más de media página, porque conté todos los otros libros que consulté y no mucho más de media página. Y sólo se relata el episodio de la toma del poder a punta de pistola. Y eso es una constante en la Historia Argentina. Sólo están en la Historia Argentina las mujeres que actuaron como hombres, el ponderativo de "peleaban como hombres" es el mérito para ingresar a la Historia. Mujeres que empuñaban armas, las otras no están", afirmó.

"Pero cuando yo descubro este personaje, y que hizo semejante cosa en el año mil ochocientos sesenta y dos, digo, "esta mujer para haber hecho esto, para haber llegado a esto, tiene que haber sido muchas otras mujeres y haber hecho muchas otras cosas antes". Entonces, me puse a buscar sobre ella, y, en realidad, encontré de ella más de lo que me fueron contando", contó Folguerá.

"Yo viajé a Catamarca. Viajé a Catamarca porque necesitaba oír hablar a los catamarqueños, yo había empezado a escribir este libro, pero Eulalia hablaba como nosotros, entonces, no me cerraba la lengua, porque hablaba como nosotros. Eulalia dice fui, decía Eulalia fui, y Celia (Sarquís) dice he ido. Entonces tuve que ir a Catamarca a acostumbrarme a conjugar de otra manera los verbos y a escribir de vuelta, a traducir, la regularidad a catamarqueño básico. Eso primero que nada", sostuvo.

"En segundo lugar, accedí a cómo era una sociedad provinciana que no era nuestra, cómo eran esas mujeres, que, aunque la Historia dice que se vivió un periodo de organización nacional, el papel de las mujeres era muy importante, y no son ajenas, y que son las que proveen de armas al ejército despojándose de sus bienes personajes, de valor real y adjetivo para ellas", continuó.

El historiador y genealogista Marcelo Gershani Oviedo "aportó muchos datos de la parte genealógica, de la conformación familiar de Eulalia", compartió Folguerá.

Pero "faltaba sustancia de mujer para haber hecho lo que hizo. Entonces dije. "yo tengo que escribir sobre esta mujer porque, tengo que escribir"", expresó.

"Pero tengo que escribir la Eulalia que yo creo que tiene que haber sido, una mujer determinada, fuerte, con capacidades y poder de decisión sobre muchas cosas, y por eso este libro no es una biografía, es una novela sobre Eulalia Ares", sostuvo Stella Maris.

"Y me fui yendo hacia su historia de amor, pero no sólo hacia su historia de amor humano, muy profundo y definitivo con su marido, sino también su amor a Catamarca, porque ella es unitaria recalcitrante que, en lo que refiere a la dignidad, y a la libertad y a la economía de Catamarca, que en general aunque (los catamarqueños) no lo digan y no lo quieran reconocer, tienen un amor profundísimo por su tierra, y el amor a su causa, porque aquí se moviliza y lo entrega todo, la causa unitaria", subrayó.

Folguerá, también que comparte con Sarquís, cuando habla de las mujeres solas por la guerra, una descripción de Eulalia que la califica como una "una mujer" en "la ausencia".

"Eulalia fue una permanente viuda de la ausencia, porque su marido, además de ser un guerrero de raza, y que cuando no había una pelea se la inventaba, era un andariego, y era un hombre que tenía la trashumancia metida en la sangre, y que no estaba nunca", apartó.

"Y Eulalia, además tiene otras condiciones relacionadas a su época. Fue una mujer instruida y culta. Fue instruida , igual que sus cuatro hermanas, y culta porque sus padres, liberales ilustrados, fueron liberales capaces de ofrecer la amplitud de la lectura a sus hijas", agregó.

"Esa mujer yo la tenía que escribir. Yo no sé si a los catamarqueños les va a gustar lo que escribí sobre Eulalia. Yo escribí la novela, de la vida de una mujer, que hizo eso que Celia relató. Lo que yo creo que debió haber sido esa mujer para llegar a ese hecho", sostuvo.

EULALIA ARES DE VILDOZA EN LA LITERATURA DE GÉNERO

"El trabajo de toda la novela fue un avanzar y un detenerse.Avanzar sobre un capítulo y detenerse a buscar información sobre algo", compartió Sarquís, en otro fragmento de presentación. "Y en realidad fue un trabajo aproximadamente de tres años, el inicio del título hasta llegar al libro, pero poder contextualizar, que decía recién la época en la que se movía, las costumbres en las que se movían para poder recién poner en valor el accionar de esta personalidad de Catamarca", detalló.

Folguerá, por su parte, dijo que su trabajo tiene "de feminista" el "hecho de que rescata del olvido y la oscuridad y de la mudez de la historia sobre las mujeres a una mujer que tenía que ser rescatada"."Tal vez no a través solamente de novelas, porque las novelas son ficcionales, aunque tengan un contexto histórico veraz, aunque el personaje haya ciertamente existido, y haya realizado los hechos a los que se aluden en la novela".

"Mi lectura es involuntariamente feminista. Yo no me propongo hacer textos feministas, sin embargo, la mayoría de mis libros tienen una mujer, seguramente porque es el territorio que yo mayor(mente) conozco, (del que) todavía no he aprendido, como escritora, a sacar la mirada", afirmó Folguerá.

"Miro el mundo como mujer, miro la realidad como mujer, leo la historia como mujer, le la historia de una mujer como otra mujer. Por eso tal vez me incliné por la historia de amor de Eulalia", expresó.

Esta "termina siendo literatura de género por la temática. Estoy hablado de la vida de una mujer, y está escrito por una mujer. Entonces, termina siendo literatura de género", concluyó.  

EULALIA ARES DE VILDOZA, GOBERNADORA DE CATAMARCA


Eulalia Ares de Vildoza

Aunque suele señalarse sólo como una parte de la historia heroica escrita por el pueblo de Catamarca, por su cualidad femenina y protagonismo en la Revolución de las Mujeres, la figura de Ares de Vildoza, con el tiempo, se ha transformado en un objeto de estudio que reviste interés internacional.

La Real Academia de Historia de España, la recuerda como "Gobernadora", cargo que ejerció por un brevísimo lapso de tiempo luego de la huida de Omill.

Eulalia Ares de Vildoza nació en Ancasti, Catamarca, en 1809 y murió en Ipizca, Ancasti, en 1884.

La Real Academia de España, la recuerda como de familia arraigada y acomodada en su provincia. Su padre, el español Pedro Ares, rico comerciante nacido en Cádiz, había hecho una fortuna con el intercambio comercial de frutos en los pueblos del interior, Chile y el Alto Perú. Su madre, Trinidad Días de la Peña, pertenecía a una familia poderosa de su provincia de la cual habían surgido militares y gobernadores.

Muerto su padre sorpresivamente, su madre se hizo cargo de negocios con gran habilidad. Eulalia tuvo tres hermanas, Justa, Carlota y Carmen, herederas todas del linaje y la responsabilidad de su madre. Fueron educadas en el colegio de las Carmelitas. Fallecida su madre, Eulalia quedó a cargo y debió aprender el oficio de cuidar y proteger los bienes de su familia. El 12 de noviembre de 1827 contrajo matrimonio con Domingo Vildoza —hijo de Felipe Vildoza y María del Tránsito Varela—, joven oficial del ejército de milicias y rico hacendado de Ancasti. De esa unión nacieron tres varones y cuatro mujeres.

La Real Academia de España, también recuerda cómo hacia agosto de 1826 Moisés Omill, que había despojado de su elección como gobernador a Ramón Rosa Correa, ya gobernaba Catamarca originando un convulsionado pleito que llegó a un enfrentamiento armado en el Chiflón y en Sumampa, en los cuales triunfaron los seguidores de Omill.

Entonces, los correístas llevaron el pleito ante el Gobierno nacional que ordenó la Intervención Federal, designando interventor al general Anselmo Rojo.

"Mientras tanto los correístas, entre los que se encontraban el esposo de Eulalia Ares, conspiraron contra Omill para derrocarlo. Fue entonces que, en apoyo de la causa de su esposo, Eulalia no dudó en trasladarse a Santiago del Estero en busca de armamentos", cita la Academia española.

"A su regreso convocó a un grupo de mujeres afines y complotadas decidieron atacar la casa de gobierno en defensa de sus derechos. El 18 de agosto de 1862 tuvo lugar la llamada “Revolución de las Mujeres” cuando este grupo de 23 mujeres, disfrazadas de hombres, tomaron el cuartel y luego, con el apoyo de otros sublevados, tomaron por asalto la casa del gobernador. Éste se negaba a dimitir a favor del que había sido elegido", precisa.

"Mientras su esposo se aproximaba con las tropas reunidas, Eulalia se hizo cargo del gobierno y el gobernador debió huir a Tucumán. La nueva gobernadora organizó un plebiscito. El 18 de agosto una asamblea popular designó a Pedro Cano como gobernador interino y doce días más tarde se restituyó como titular a Correa, quien tomó la gobernación doce días más tarde. Con posterioridad, otros sucesos de su provincia la llevaron nuevamente a la arena política. Además organizó con sus hermanas la Sociedad de Beneficencia de su provincia, fundada el 12 de agosto de 1857, iniciativa que contó con el apoyo del gobernador de la provincia, Octaviano Navarro y que fue presidida por Javiera Herrera de Navarro", señala.

Eulalia fue una mujer que padeció las vicisitudes de la vida, con nueve hijos de los cuales cuatro murieron pequeños, y luego una hija mayor y su esposo, concluye.