- Entre una bendición que instó a cuidar la tierra y grandes artistas

 

- Noche de estrellas para la segunda jornada

 

- Toda la tradición del chamamé

 

- “No se va, Ofelia no se va” fue el canto emotivo del Cocomarola

 

- Chamamés para escuchar o bailar abrazados hasta el amanecer en la sexta noche

 

- Excelencia, creatividad y originalidad en la octava noche

 

- Música, poesía y danza en la penúltima noche

 

- Los últimos sapucays

 

- ‘Los Incansables del Chamamé’, dueños del baile eterno